Mientras que Genaro García Luna, extitular de la Segregaría de Seguridad Pública, era declarado culpable en E.U., un conjunto de jueces en México descongelaba las cuentas de Linda Cristina Pereyra, esposa del señalado, de negociar con el narcotráfico.
Se trata de los jueces Rolando González Licona, Eduardo Baltazar Robles y la jueza Amanda Roberta García, quienes dieron acceso al dinero, suprimiendo la orden de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), conforme un documento convocado por Héctor Firsbie en Twitter.
“Y así hoy la justicia de México y su incansable abrazo a la impunidad […] El sistema de justicia en México está podrido”, afirmó el educador, compartiendo un documento donde se mienta a los funcionarios.
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Desde el nueve de diciembre de dos mil diecinueve, la mujer fue incluida en la lista de personas bloqueadas por la dependencia, al instante que detenían a su esposo en E.U., donde lo relacionaron con tráfico de drogas. Dicho dinero, se alardeaba y era resultado de los delitos de Luna, pero, Pereyra atestiguó que su fortuna se fundamentaba en bonos y préstamos.
En el juicio al exfuncionario, Linda Cristina afirmó que jamás admitieron sobornos del Cártel de Sinaloa, más bien, su dinero era producto natural del progreso familiar, además de esto, merced al ascenso de su marido y a las ventajas de compra y venta de ciertas propiedades.
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Apenas el día de hoy, Genaro García Luna fue declarado culpable de los 5 delitos por los que se le imputaba, entre ellos, resalta el tráfico de coca y sus relaciones con el narco en México. Anteriormente, Luna dirigió la Agencia Federal de Investigación (AFI) de México de dos mil uno a dos mil cinco y fue secretario de Seguridad Pública desde dos mil seis, a lo largo del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa (PAN).
