Por: Christina Caron

En YouTube, una cineasta de Utah se recrea en el sol matinal, goza de un cuernito recién horneado y salpica un perfume con aroma a limón en una colcha decorada con rosas de color rosado. Sus vídeos, un escape agradable al “cottagecore” (un esteticismo del internet ambiente a la vida campirana), están inspirados en “Ana de las Tejas Verdes”, las novelas de Jane Austen y la serie de temporada “Bridgerton” y en ellos da consejos sobre “cómo ser más feliz y estimar las pequeñas cosas”.

En otras partes, sobre todo en TikTok, la gente embellece sus desayunos, adquiere ramos de flores y practica la gratitud. Una autora de contenido, Rachel Hess, de veintiuno años, usa un rodillo para prensar hojas de eucalipto ya antes de colgarlas en su regadera, en un vídeo que se ha visto más de seis con ocho millones de veces y se titula “Romantiza tuu vidaaa”.

“Quiero hacer que hasta los días más mundanos se sientan únicos por el hecho de que esos días conforman la mayoría de nuestra vida, no las vacaciones o los acontecimientos singulares que solo ocurren de vez en cuando”, expresó Hess, una estudiante que vive en Pensilvania.

A lo largo de los últimos un par de años, la oración “romantiza tu vida” ha surgido en las redes sociales como un llamado a la acción y, en verdad, su popularidad aumentó a lo largo de ciertos meses más sombríos de la pandemia. Nos solicita que apreciemos lo que tenemos delante de nosotros y que vivamos con pretensión, por muy mundanos que sean nuestros rituales diarios; es un recordatorio de que hay que buscar instantes llenos de belleza y decantarse por el minimalismo.

Los vídeos con esa etiqueta, publicados sobre todo por mujeres jóvenes, han sido vistos más de quinientos veinticinco millones de veces en TikTok. Asimismo hay más de veintiocho.000 publicaciones que la mientan en Instagram, donde las imágenes incluyen puestas de sol al lado del agua, cenas servidas con elegancia y finas tazas de té.

Si bien ciertos contenidos semejan ser aspiracionales —no todos podemos darnos el lujo de estar en Italia o salir corriendo a un campo lleno de flores, con vestidos vernales y ampones —, la mayoría de estos rechaza el género de mensaje que empuja a la gente a adquirir recursos materiales. Y asimismo renuncia a la estética de “esa chica” que fomenta un camino único cara el bienestar, lleno de jugos verdes, diarios y rutinas de ejercicio.

Una persona que puso un comentario en Reddit halló la alegría aun mientras que lavaba las máquinas de café en el trabajo.

“Después de poner un tanto de jabón en la máquina de café, aprieto suavemente la botella para que salgan burbujas”, escribió el usuario en un hilo sobre la romantización. “Me encantan las burbujas”.

Los especialistas afirman que la tendencia de la romantización ha pervivido en parte por el hecho de que es una forma nueva de vivir la atención plena, esto es, la práctica de concentrarse en el instante presente y estar siendo consciente de las emociones, los pensamientos y las sensaciones físicas sin producir juicios a este respecto. Asimismo ofrece un sentido de voluntad, un sentido de control del que lamentablemente hemos carecido en esta inacabable pandemia.

“Se trata de ser positivo sobre las cosas que ofrece la vida, no importa que la coyuntura sea la que te imaginaste o no”, explicó Ashley Ward, de veintiseis años, cuyo vídeo en TikTok en dos mil veinte sobre romantizar las cosas ha sido visto más de tres millones de veces. “No puedes supervisar todo en tu vida, mas sí puedes supervisar de qué manera ves tu situación”.

La tendencia se alimenta de diferentes géneros de sabiduría, como la atención plena, la sicología positiva y la práctica danesa del hygge, mas “se presenta de forma atrayente y fresca”, asevera Eric Loucks, maestro asociado de Epidemiología, Ciencias Sociales y del Comportamiento y Medicina en la Universidad Brown y directivo del Centro de Atención Plena de la corporación.

La investigación de Loucks y su libro nuevo, “The Mindful College Student”, ilustran de qué forma la atención plena puede reducir el agobio y los síntomas de la depresión, aparte de progresar la calidad del sueño y los niveles de actividad física. “Romantizar tu vida” se conjuga con la atención plena, agregó, en parte por el hecho de que nos ayuda a estar más en sintonía con nosotros mismos.

“Si procuramos edificar una vida que nos haga felices y nos ponemos al centro de forma afable es pues todos somos diferentes”, declaró. “¿Qué métodos repiquetean más en nosotros? Ese es el autoconocimiento”.

Entrelazada en la charla virtual sobre la “romantización de tu vida” está la tendencia del “personaje principal”: los vídeos con esa etiqueta han generado seis mil novecientos millones de vistas en TikTok, seguidos por su hermana, la “energía del personaje principal”.

El meme del personaje primordial ha dado sitio a numerosas parodias que se burlan de los clisés de las películas y del narcisismo. Es “una forma entretenida de sacar a la luz ciertas cosas reprochables que la gente idealiza”, afirmó Ward. Mas “ser el personaje principal” asimismo se ha transformado en un recordatorio franco de que hay que dejar que nuestras acciones guíen la narrativa, como lo haría el protagonista de una película.

En el tiktok de Ward, la cámara se ubica en lo alto, mirando cara abajo a la playa donde se acuesta sobre una toalla. La toma aérea transmite la sensación de que es el personaje primordial y la simplicidad de las imágenes deja que su narración, que se percibe honesta, sea la protagonista.

“Un personaje primordial tiene un sentido total de voluntad y lo que la pandemia nos quitó fue ese sentido de voluntad propia”, comentó Sherry Turkle, sicóloga y maestra en el Instituto de Tecnología de Massachusetts que estudia la relación de las personas con la tecnología.

Volverse el personaje primordial asimismo es una forma de crear un más genuino y de hacerle espacio a tu ser, agregó.

“Creo que en nuestro aislamiento ha habido una convergencia entre apreciar descubrir nuestra identidad de una forma acentuada y reafirmar nuestra individualidad”, mantuvo.

Livia Boerger, una instructora de bienestar mental en la ciudad de Londres, ha escrito sobre las distintas formas en que las personas pueden comenzar a romantizar su vida y tiene un reto de veintiocho días en su sitio, para “ayudarte a festejar las pequeñas cosas de la vida y a regresar a enamorarte de vivir”.

A lo largo de la pandemia, apuntó, bastante gente ha estado “buscando formas de crear alegría y localizar esa dicha en su interior y aprovechar al límite lo que tiene”.

Esto asimismo puede llevar a una pregunta más amplia: ¿qué es lo que verdaderamente nos aporta dicha? ¿Son esas vacaciones tan caras o esa nueva prenda de vestir? ¿O deberíamos dejar de aguardar ese instante perfecto y comenzar a gozar del presente?

“Se puede localizar tanta alegría en las cosas que no cuestan nada”, señaló Boerger. Por poner un ejemplo, tómate un instante para saltar en los charcos con tu hijo. O siéntate a gozar tu taza de té sin hacer otras cosas mientras que lo tomas. “Sabe mucho mejor cuando le presto mi atención”, agregó.

c.2022 The New York Times Company

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