Paula Quintana, la apasionada cuidadora de los pingüinos en Sealand

Paula Quintana, una veterinaria dedicada y comprometida, tiene el honor de ser la encargada del cuidado de los singulares inquilinos de Sealand. Se trata de 6 pingüinos Barbijo, provenientes de las frías islas de la Antártida. Aunque su vida ha sido atípica, ya que pertenecen a la cuarta generación de una colonia criada en Japón, estos encantadores pingüinos encontrarán su hogar en el Acuario de León, ahora conocido como Sealand.

Un largo viaje hacia su nuevo hogar

La travesía de estos simpáticos pingüinos ha sido fascinante. Llegaron a León después de vivir en el Acuario Inbursa en la Ciudad de México, donde fueron generosamente donados para enriquecer la vida del Bajío. A pesar de su origen cautivo, los pingüinos Barbijo representan una especie única y cautivadora.

Cuidados excepcionales para los más especiales

Los pingüinos Barbijo son animales muy particulares. Su vida está dedicada en un 80% a nadar y el otro 20% a estar en tierra. Han sido diseñados para sobrevivir en condiciones extremas, tanto en el hielo como en el mar, gracias a su camuflaje en blanco y negro. La experta veterinaria, Paula Quintana, ha sabido crear un ambiente lo más parecido posible al hábitat natural de estas aves en Sealand.

El nuevo hogar de los 6 pingüinos cuenta con un espacioso recinto de 10 x 5 m2, donde tienen áreas húmedas y secas para su desarrollo natural. Los cuidadores han acondicionado el ambiente terrestre a una temperatura de 3 °C, mientras que el agua en la que nadan se mantiene a 6 °C. Además, en caso de cualquier eventualidad, se ha habilitado una zona de cuarentena con todas las instalaciones necesarias para brindar atención especializada.

En cuanto a su alimentación, estos magníficos ejemplares se alimentan de krill y capelina, ambos ricos en nutrientes esenciales para su salud y vitalidad.

La esperanza de una familia en crecimiento

La conformación del grupo de pingüinos en Sealand no es al azar. La intención es favorecer la reproducción y el crecimiento de esta especie. Durante septiembre, los recintos son acondicionados con rocas, ya que los pingüinos anidan en cuencos de rocas como parte de su ritual reproductivo. Para propiciar su comportamiento natural en esta etapa, el contacto con los pingüinos se ha limitado durante los próximos meses, con la esperanza de que pongan huevos y se logre la reproducción.

Interacción y aprendizaje con los pingüinos

Paula Quintana, la veterinaria apasionada al cuidado de los pingüinos de Sealand, resalta la importancia de la interacción para el desarrollo de estas magníficas aves. Aunque actualmente están siendo entrenados mediante el condicionamiento operante con refuerzo positivo, todo se hace de forma voluntaria, sin obligaciones. Cada uno de los pingüinos tiene su propio temperamento y habilidades. Algunos se dejan tocar, otros posan para las fotos y unos más disfrutan de una caminata en la que chocan su ala con la mano de los visitantes.

La presencia de estos pingüinos en Sealand no solo nos permite disfrutar y aprender sobre fauna de otros países, sino que también nos enseña a valorar a estas especies únicas y a tomar conciencia de la importancia de su conservación.

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– La importancia de la interacción y el aprendizaje con los pingüinos de Sealand.

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