Origen del maíz y su regulación en las tortillerías
En el mundo de las tortillerías, conocer el origen del maíz que se adquiere no es tarea sencilla. Toda la información queda en manos de las comercializadoras de granos y harineras, según señaló la Red de Maíz de la Ciudad de México.
Ante esta situación, la propuesta del Presidente Andrés Manuel López Obrador de regular las importaciones de maíz blanco transgénico debe ser aplicada a grandes empresas, según opinó Blanca Mejía, presidenta de dicha organización que agrupa molinos de masa de nixtamal y tortillerías en la capital del país.
Las limitaciones de los molinos de nixtamal y tortillerías
Mejía explicó que los molinos de nixtamal y tortillerías no son los que traen el maíz importado. Si no pueden traerlo de lugares como Sinaloa, Hidalgo o Guerrero, mucho menos lo podrían importar desde Sudáfrica, Argentina, Brasil o Estados Unidos.
Resulta ilógico pensar que un molino de nixtamal o una tortillería, por cuenta propia, pueda adquirir este maíz transgénico. De hecho, se realiza a través de las comercializadoras y empresas harineras, quienes pueden incurrir en la responsabilidad de tener los granos transgénicos y llevarlos a los molinos.
Blanca Mejía, también representante del Consejo Rector de la Tortilla, expresó en una entrevista: «Es a través de las comercializadoras y empresas harineras que se introduce este maíz (transgénico) en los molinos. No es responsabilidad de los molinos de nixtamal o de las tortillerías.»
El proceso de adquirir granos para nixtamalizar
La compra de granos para nixtamalizar, es decir, para elaborar masa de tortillas, se lleva a cabo directamente con molineros. Estos a su vez adquieren el maíz de las empresas comercializadoras. Sin embargo, incluso para detallar la trazabilidad de un grano en mal estado, resulta un proceso complejo para los compradores finales, según explicó la representante de las tortillerías de la Ciudad de México.
Recientemente, una comisión de industriales tortilleros de la Ciudad de México visitó a agricultores de Sinaloa para adquirir directamente el maíz. Sin embargo, después de realizar pruebas y análisis, se determinó que un 5% de la cosecha estaba dañada, por lo que este grano no era ideal para producir tortillas.
El descubrimiento de granos en mal estado en las harineras
No obstante, al realizar las mismas pruebas en la masa que se adquirió de las harineras, la afectación era mayor. «Un compañero llega a su molino tratando de aplicar lo que vimos allá, abre un costal de una empresa harinera, hace los mismos análisis que hace en Sinaloa y le sale un 7 por ciento de daño, ese maíz que le llegó para nixtamalizar era netamente un maíz forrajero», explicó Mejía. «Pero el industrial de la tortilla no lo sabe, solo ve que llega sucio, con cierto daño.»
Regulación propuesta por López Obrador
Ante esta problemática, la representante de las tortillerías considera que la regulación propuesta por López Obrador sobre los maíces genéticamente modificados debería aplicarse a grandes consorcios. Estos consorcios han podido adquirir maíz sin detallar información específica del país de origen y las condiciones de la cosecha desde el inicio del Tratado de Libre Comercio de América del Norte hace casi 30 años.
Para solucionar este problema, se propone establecer una Norma Oficial Mexicana (NOM) en lugar de una regulación voluntaria para la producción de tortilla.
En su conferencia de prensa de este lunes, López Obrador informó que se pactará un acuerdo para que las tortillerías del país no utilicen maíz blanco genéticamente modificado y se impondrán aranceles a estas importaciones.