Moody’s advierte sobre la situación financiera de Pemex y su calificación

La reconocida calificadora Moody’s ha anunciado que ha decidido mantener la calificación de B1 para Petróleos Mexicanos (Pemex), la empresa estatal de petróleo y gas de México. Sin embargo, ha cambiado su perspectiva de estable a negativa, lo que indica que es poco probable que mejore su calificación en el corto plazo.

Una situación financiera deteriorada

Moody’s ha ratificado la calificación de familia corporativa (CFR) de Pemex en «B1» y la evaluación del riesgo crediticio base (BCA) en «caa3», reflejando la actual fortaleza crediticia intrínseca de la empresa. Sin embargo, se estima que Pemex seguirá registrando un flujo de efectivo negativo, lo que limitará su capacidad para invertir en aumentar la producción y las reservas actuales.

La débil liquidez de Pemex y su alta dependencia de apoyos gubernamentales para financiar sus necesidades de efectivo y pagar sus deudas también han sido señaladas como factores que contribuyen a su situación financiera deteriorada.

Pemex y su dependencia del gobierno

Moody’s supone que el gobierno de México seguirá brindando un alto nivel de apoyo a Pemex hasta 2024. Sin embargo, la firma calificadora advierte que, dado el deterioro continuo de los fundamentos financieros de la compañía, la próxima administración gubernamental podría enfrentar dificultades para mantener el mismo nivel de apoyo observado en años anteriores.

La deuda y las necesidades de financiamiento

Aunque la deuda financiera de Pemex disminuyó, cerrando en 107 mil 700 millones de dólares en 2022, la empresa sigue dependiendo en gran medida de los apoyos gubernamentales. Aunque en los últimos trimestres no ha recibido dicho auxilio.

Moody’s espera que el Gobierno de México continúe financiando las necesidades de efectivo de Pemex, así como ayudando a la empresa a cumplir con sus amortizaciones de deuda en los próximos años. Sin embargo, la incapacidad de Pemex para invertir grandes sumas de capital en exploración y producción llevará a que su producción y reservas se mantengan en niveles actuales en 2023 y 2024.

En resumen, Pemex enfrenta retos financieros significativos debido a su flujo de efectivo negativo, su debilidad en liquidez y su dependencia de apoyos gubernamentales. Aunque el Gobierno de México continúa brindando apoyo, Moody’s advierte sobre la necesidad de cambios en el modelo de negocio de Pemex para garantizar su estabilidad financiera a largo plazo.

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