Inicia la cuenta regresiva: La coronación de Carlos III y Camila

En un evento de gran importancia para la monarquía británica, la ceremonia de coronación de Carlos III y Camila se llevará a cabo en la majestuosa abadía de Westminster en Londres. La emocionante jornada comenzará con la impactante «Procesión del Rey», que partirá desde el imponente Palacio de Buckingham.

Todo está en los detalles

La preparación de este evento ha sido meticulosa y llena de expectativa. Desde la selección de los afortunados invitados hasta la elección de las piezas musicales, todo ha sido cuidadosamente considerado por Carlos III. Además, se han establecido rigurosos protocolos litúrgicos que marcarán el desarrollo de la ceremonia. Por supuesto, otro elemento destacado es la vestimenta de los reyes, que sin duda irradiarán elegancia y distinción en este día tan especial.

¿Cómo será la corona de Carlos III?

Uno de los aspectos que ha generado mayor curiosidad es el diseño de la corona que lucirá el futuro Rey Carlos III durante su coronación. Londres ha sido testigo de intensas jornadas de preparativo y ensayos que han tenido lugar tanto en los históricos salones de Buckingham como en las calles de la capital británica.

De acuerdo a la tradición real, Carlos III utilizará dos coronas durante la ceremonia. Una de ellas es la emblemática corona de San Eduardo, que se encuentra custodiada en la Torre de Londres. Este pedazo de historia se caracteriza por tener un marco de oro sólido que pesa 2,2 kilogramos. En su estructura se encuentran exquisitas incrustaciones de rubíes, amatistas, zafiros, granates, topacios y turmalinas. También cuenta con terciopelo morado en la parte baja y una elegante banda de armiño blanco.

El armiño blanco y su importancia en la corona de Carlos III

El armiño blanco, una especie de pequeño mamífero carnívoro, es conocido por habitar en bosques y estepas en gran parte de Europa. Este animal, científicamente llamado Mustela erminea, es reconocido por su pelaje que cambia de color según la temporada del año. Durante el invierno, su pelaje se transforma en un hermoso blanco.

La elección del pelaje de armiño blanco para ornamentar la corona de Carlos III no es casualidad. Este detalle se debe a que el armiño blanco ha sido considerado por siglos como un símbolo de estatus y prestigio entre la aristocracia. De esta manera, la corona no solo es un objeto de poder, sino que también representa la historia y la tradición de la monarquía británica.

Al finalizar la ceremonia, Carlos III cambiará la corona de San Eduardo por la llamada «Imperial del Estado». Esta corona, más ligera y adecuada para la procesión de regreso al palacio, es una versión modernizada de una antigua joya de la Familia Real. Sorprendentemente, se trata de la misma corona que Isabel II portó durante su nombramiento en 1953, lo que la convierte en la joya británica más antigua y pesada adaptada especialmente para Carlos III.

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